domingo, 7 de junio de 2009

El cuento de Lucie : La princesa fea que quiso ser guapa

Esto que era una vez, en un tiempo muy remoto, una princesa que vivía en un castillo en el lindero de un bosque. Esta princesa era famosa por ser muy inteligente pero muy fea y estaba enamorada del príncipe más hermoso del país, que vivía en el castillo vecino del suyo. Pero no se atrevía nunca a ir a ver al príncipe porque pensaba que como era fea nunca se iba a fijar en ella. Esta idea la entristecía y se sentía desesperada. Un día, la princesa se enteró de que el príncipe iba a recibir pretendientes del reino para su futura boda. Esta noticia desesperó a la princesa porque estaba convencida de que el príncipe iba a elegir otra princesa guapa para su boda y que a ella no. Se sintió tan desesperada que decidió ir a pasear por el bosque. Paseaba sola, llorando, desesperada y triste. Cuando ya no podía más, apareció una vieja mujer detrás de ella. Le preguntó lo que le ocurría y la princesa le contó la situación, le dijo que lo que más quería era hacerse guapa para poder seducir al hermoso príncipe. La vieja mujer le reveló que era un hada y que tenía el poder de hacerla guapa con su pócima mágica. Pero le reveló también que era un hada maléfica y como hada maléfica, le imponía una única condición: para obtener la belleza, la princesa tenía que darle su inteligencia. Tanto quería ser guapa la princesa que le cegó la proposición del hada y la aceptó sin pensar en la importancia del sacrificio. El hada le dio la pócima, le recomendó beberla antes de acostarse y le aseguró que al día siguiente sería muy guapa. La princesa volvió a su castillo y siguió sus consejos. Al día siguiente, cuando se despertó, la princesa se acercó a su espejo para comprobar que la pócima había hecho el efecto esperado. Descubrió una cara maravillosa y se dijo que la pócima mágica del hada era muy eficaz y como era muy guapa decidió ir al castillo del hermoso príncipe. Pero no recordó que había perdido su inteligencia. Llegando allí, pidió que le viera. Al príncipe le encantó la llegada de la princesa porque la quería también, pero la quería por su inteligencia, y este secreto, no se lo había dicho nunca a nadie. La recibió, y cuando la vio se le ocurrió que no era fea como habían dicho las habladurías. Pero al hablar con ella se dio cuenta de que era estúpida, y como quería a la princesa por su inteligencia y no por su aspecto físico se sintió muy decepcionado y decidió despedirla. La princesa volvió a su castillo muy triste y se dio cuenta de que finalmente, lo más importante en la vida, no era el aspecto físico sino de ser auténtica. Pero esto se le ocurrió demasiado tarde, no podía dar marcha atrás y se arrepintió del pacto que había hecho con el hada porque por culpa de eso, era prisionera de su estupidez y se quedó sola y desgraciada toda su vida. Entonces, cuando quieras cambiarte para gustar a alguien ¡Piensa en este cuento y dite que ser auténtica es mejor y que te queremos tal como eres! ¡Colorín colorado el cuento se ha acabado!
Maillot Lucie

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